Cada vez más los mensajes publicitarios deben ser más solapados. De cierta manera se podría decir que el mensaje publicitario tradicional se está acercando al momento de su muerte. De hecho son muy pocos los productos y servicios que aún cantan a los cuatro vientos los beneficios que tienen para ofrecer a los consumidores.
Por el contrario, parece que los cada vez más exquisitos consumidores activaran una suerte de escudo impermeable cada vez que algún mensaje publicitario trata de alcanzarlos. Es como si las personas ya no quisieran recibir publicidad. Después de todo, en una sociedad tan mediatizada como la actual, en la cual el común demoninador de gente recibe miles de mensajes publicitarios al día, es entendible que ya no quieran saber nada del tema.
Es por todo ello que las agencias de publicidad se están orientando más a nuevas maneras de hacer llegar los mensajes publicitarios. Algunas de estas nuevas maneras son curiosas, interesantes, sutiles, y algunas otras son asquerosas, curiosas, bizarras e incluso estúpidas, pero claro, en la guerra todo vale, especialmente si el objetivo es captar al menos durante unos minutos la atención de un consumidor potencial.
En esta oportunidad, encontré dos comerciales que más parecen películas cortas. Inevitablemente logran captar la atención y la marca solo aparece al final. En algún caso siento que la historia podría adaptarse a cualquier producto y no necesariamente al de la marca que está siendo promocionada, pero bueno, el fin justifica los medios (a veces), y esto funciona.
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